El gas alcanza un nuevo máximo histórico tras el ataque ruso a la mayor planta nuclear de Europa
El precio del gas natural se dispara un 28% este viernes, roza los 206 euros por megavatio hora (MWh) y registra nuevos máximos históricos. Tanto el gas como el petróleo vuelven a subir tras el enfrentamiento militar reportado anoche en la planta nuclear ucraniana de Zaporiyia, la más grande de Europa, que está bajo el ataque de las tropas rusas.
En algunos momentos de la sesión, los futuros del gas TTF de entrega en abril han registrado una subida superior, llegando a superar los 210 euros por el temor a una reducción en el suministro derivado del conflicto bélico al este de Europa.
Rusia representa en torno al 36% del suministro total de gas de la UE. Según datos de Euler Hermes, la cantidad de energía en riesgo en toda la UE es de casi el 10% del consumo final. “En Hungría, Eslovaquia, la República Checa, Letonia y Alemania, más del 20% del consumo final de energía depende del gas procedente de Rusia. A corto plazo, Europa dispone de un mes de reservas de suministro, que debería bastar hasta finales de marzo, gracias al invierno relativamente suave”, explican en la compañía francesa de seguros de crédito.
Al calor del precio del gas natural el de la luz lleva varios días siendo una olla a presión. Este viernes, el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista español se ha situado en los 340,70 euros/MWh, alcanzando en algunos momentos del día los 410 euros. Para el sábado, el precio de la luz superara los 360 euros de media, el segundo más caro de la historia.
No sólo sube el gas, también lo hace el petróleo, aunque en menor medida. El Brent de referencia en Europa escala un 4,1% y se sitúa en los 115 dólares por barril. En la sesión previa, el precio del crudo, que se ha disparado desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania, retrocedió por el avance de la negociación entre las potencias occidentales e Irán para retomar el pacto nuclear.
Los precios del petróleo, tanto en Europa como en EEUU, se elevaron esta semana hasta máximos de una década. Rusia es el mayor exportador de crudo y productos petrolíferos del mundo, y su economía está ahora sometida a duras sanciones por parte de EEUU, Europa y sus aliados, si bien estas no abarcan el sector de la energía.
Ante la fuerte subida de los precios del combustible, que está generando preocupaciones por la inflación, los países de la Agencia Internacional de la Energía han decidido liberar parte de sus reservas de emergencia.
No obstante, los analistas consideran que los 60 millones de barriles que liberarán de manera coordinada varios países desarrollados no será suficiente para equilibrar el mercado, que ya estaba muy ajustado antes del conflicto. La alianza OPEP+, en la que se incluye Rusia, decidió ceñirse esta semana a su política de aumento paulatino de la producción en abril, pese a las llamadas a que abra más los grifos.